¿Qué es el Neuromarketing?

Lograr conocer la mente del consumidor, ha sido siempre un objetivo y un desvelo para el marketing y todas las ramas de estudio del comportamiento del consumidor. Con la llegada de las Neurociencias, y en particular el desarrollo de los mecanismos y dispositivos de sondeo del cerebro y las terminales nerviosas, esto paso de ser un deseo a un logro concreto y revelador.

Así es como nace el Neuromarketing: como aplicación de técnicas y métodos de las neurociencias al campo del mercadeo y el análisis del consumidor. Especialmente poniendo la lupa sobre cuáles sean los impactos en la emoción, atención y memoria que disparan los diferentes estímulos percibidos de forma consciente o subconsciente.

Esto es, con la intención de optimizar los recursos de las Organizaciones, interpretando mejor las necesidades y procesos internos del consumidor, y por ende brindarle una mejora del bienestar social a él, y a la comunidad.

¿Cómo trabaja el Neuromarketing?

A través de herramientas de medición  de las actividades psicofisiológicas periféricas y centrales (como la actividad cerebral, el
ritmo cardíaco, la respuesta galvánica de la piel, y otros factores más) de los individuos que se analizan, se obtienen una serie de parámetros que indican ciertas reacciones del comportamiento del consumidor. En ese avance se complementa de los estudios y avances, existentes dentro del rigor científico de la Neurociencia.

Por ejemplo, a través de la técnica de biofeedback se puede observar en el monitor de un computador la ausencia o presencia de emociones, como así también su intensidad, mientras el participante se encuentra visualizando un comercial o probando con un producto. Otro instrumento de medición, es la resonancia magnética funcional por imágenes, a través de la cual se puede conocer si a una persona le gusta o no el objeto o producto con el que se está experimentando.

Además de estas dos técnicas, se utilizan otra serie de metodologías en el estudio del cerebro, como los electroencefalogramas u otros métodos para registrar la actividad eléctrica hasta las que suministran neuroimágenes. Todo a fin de poder trazar un mapa del funcionamiento del cerebro, y del proceso de construcción de las emociones, decisiones y pensamientos.

Precisamente, todo este gran abanico de tecnologías disponibles para el estudio del cerebro ha generado una explosión de conocimientos, localizando e identificando los distintos tipos de activaciones cerebrales, y aportando resultados y apasionantes que dan por el piso muchos conceptos del pasado sobre nuestra psiquis. Una de las comprobaciones más poderosas, es que más del 90% de las decisiones de las personas (es decir, el consumidor) tienen origen en motivaciones metaconscientes.

Aplicando el neuromarketing a las cuestiones de análisis del consumidor (como la inteligencia de mercado,  impacto de las comunicaciones, branding, posicionamiento, diseños de producto y packaging) desde el conocimientos que otorgan la neuropsicología, las neurociencias y la antropología sensorial, se logra una mejor y más acabada comprensión de lo que son las verdaderas necesidades de los clientes, y no caer en errores de suposición o comunicación productos del desconocimiento de los procesos internos y metaconscientes.

Cómo aplicar el Neuromarketing a los negocios

Cuando nuestro cerebro recibe estímulos externos a través de los sistemas sensoriales, registra esa información, y la procesa e interpreta. De esta manera, es como cada persona construye su propia realidad desde los estímulos que recibe y su construcción e interpretación propia. De allí, que cada individuo pueda percibir un mismo hecho de manera distinta a otro.

La razón de la diferente perspectiva, se debe a que todos aplicamos filtros a los estímulos y esos tamices dependen de factores externos, (como la intensidad, tamaño o contraste), y otros elementos internos (como son nuestros propios intereses, las necesidades o los recuerdos). En términos del neuromarketing, esto se resume en que lo que el cliente percibe no es una respuesta directa de lo que le rodea, sino una interpretación o construcción interna que el realiza.

De allí, que el neuromarketing abre un nuevo campo de acción en los negocios: cuáles son las percepciones  de los consumidores y entonces, definir las estrategias más adecuadas para llegar hasta ellos, seducirlos y fidelizarlos. Como esta disciplina ha puesto en evidencia que la toma de decisiones tiene fuerte raigambre en el sistema emocional, se cristaliza aún más por qué las estrategias de marketing más exitosas son las que focalizan en los sentimientos y el hedonismo, y desatan la compra por impulso y a largo plazo, la fidelidad de marca.