Hoy en día, un porcentaje muy alto de las comunicaciones empresariales se realizan a través de la red, siendo esta la primera referencia que encontrarán los futuros clientes que utilizan los buscadores para conseguir información de los servicios de tu negocio.

Por ello, los sitios web se han convertido en una suerte de tarjeta de presentación inicial de los productos y servicios que son ofrecidos por las diferentes compañías y empresas alrededor del mundo.

Aunque esto representa una gran oportunidad para hacer llegar a los emprendimientos a nuevos horizontes, muchos cometen el error de utilizar, al momento de escoger un diseño, unas plantillas pre-establecidas o, incluso, contratan a personas con poca o nada de experiencia para realizar el diseño de sus webs y ahorrarse algo de dinero.

Sin embargo, esto no sólo da una apariencia poco profesional, sino que en muchos casos puede terminar por reflejar una imagen errónea de la empresa o perjudicar la presencia online de la compañía por completo.

Organización de la información y experiencia de navegación

Un diseño web profesional va mucho más allá de una página que luce bonita. Un diseño web efectivo toma en cuenta que, estadísticamente, la gran mayoría de personas que observan una página la leen de la misma forma que harían con un libro, es decir, de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha.

Un diseñador web profesional sabe que la información más importante debe estar ubicada arriba a la izquierda, y en forma decreciente a partir de allí, ya que saben que este tipo de diseño ayuda a los visitantes a digerir la información más rápida y fácilmente.

Por otra parte, los diseñadores profesionales saben que la navegación debe ser intuitiva, rápida y ligera, con una carga efectiva de las páginas y sin desorganización de la información, especialmente en aquellas páginas que resultan poseer una gran cantidad de contenido que podría ralentizar el proceso de carga.

Para ello, utilizan diseños que sean fácilmente adaptables a cualquier dispositivo (diseño responsive), y, además, clasifican y ubican las diferentes informaciones detrás de pestañas o botones que guíen al visitante en la dirección correcta.

Consistencia de la marca y confianza

Un buen diseño web profesional refleja no sólo el logotipo y el nombre de la compañía de forma clara, sino que resulta armonioso en la tipografía y paleta de colores utilizada (sin lucir sobrecargado), de forma que las personas puedan identificar claramente a qué compañía pertenece dicha página web.

Asimismo, una página web con un diseño de calidad profesional transmite confianza, al permitir que exista una retroalimentación o feedback y, por supuesto, que ofrezca información clara y oportuna sobre lo que el usuario se encuentra consultando.

Un diseñador web profesional sabe muy bien que una página web no se trata sólo de la imagen, sino que depende también del contenido, por lo que crea los espacios correspondientes para todo el contenido que se piensa agregar de forma que se encuentre debidamente clasificado.

Y todo esto sólo es posible conseguirlo, de forma exitosa, al contar con un diseño web profesional. Recuerde que lo barato sale caro, y es mejor invertir en el futuro de su compañía que sentir frustración luego al ver que la página web no tiene el efecto deseado en sus visitantes.